El bautismo en agua es una declaración pública de tu decisión de seguir a Jesús. A través del bautismo seguimos el ejemplo de Jesús. Demostramos un comienzo de una vida cambiada y declaramos públicamente nuestro compromiso con Jesús.
Cuando somos bautizados, somos sumergidos bajo el agua para identificarnos con la muerte y sepultura de Jesús y resucitados del agua para identificarnos con Su resurrección.